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sábado, 9 de noviembre de 2013

BRINDAN TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES EN BANFIELD



La organización no gubernamental “Yanay Wasy” fue creada hace dos años por vecinas de Banfield que tienen más de una década de trabajo –itinerante- para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. Trabajan en Banfield con 16 perros entrenados y los sábados dictan cursos de caninoterapia.La organización no gubernamental “Yanay Wasy” brinda terapia asistida con animales en Banfield. Las profesionales trabajan con 16 perros y también dictan cursos de caninoterapia. Ayudar a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad es el pilar de la entidad.La terapia asistida con animales (caninoterapia) es un método terapéutico complementario con otras terapias que utiliza al perro para atender y contener a personas con discapacidad y situación de vulnerabilidad, psíquica, física o social de la persona y su familia para mejorar la calidad de vida. Marta Cebrian y Marta Montoya, especialistas en la materia, coincidieron en que “la base de los cambios es la estimulación”. El centro funciona en el patio de una casa, sobre la calle Buenos Aires, en Banfield. Tienen 16 perros para trabajar con los pacientes que deriven profesionales. El costo es mínimo, cinco pesos mensuales.También, los sábados ofrecen cursos de caninoterapia abiertos a la comunidad y tienen la esperanza de poder “sacar la organización a la calle”.Santiago, tiene 20 años y padece retraso madurativo, asistió por primera vez a las clases de caninoterapia con temor. “Él se sentaba en la colchoneta, no hablaba ni hacía nada”, contó Montoya. Hoy, se convirtió en un ejemplo para otros pacientes porque “fue aprendiendo muchas estimulaciones”. “Desde la cabeza hasta la cola. De arriba hacia abajo”, así las profesionales estimulan a los pacientes a peinar a los perros. A través del juego con el animal, realizan movimientos y pueden trasladar esa estimulación a las actividades cotidianas. Es fundamental “la continuidad de las actividades” con los padres.Las patologías que trabajan son variadas, entre ellas síndrome de down, TGD, autismo, parálisis cerebal, epilepsias, síndrome de Wess, y diferentes tipos de retraso. “Lo primero que se hace cuando viene un paciente es una entrevista a los padres para conocer detalles del parto, del embarazo y de su vida cotidiana”, explicó Montoya y aseguró que muchas veces “la contención que necesitan los padres iguala a la de los chicos”.Desde que comenzó este proyecto, el equipo de profesionales compartió momento de alegría y mejorías visibles en la calidad de vida de los chicos, jóvenes y adultos, pero aseguran que lo más importante es “crear vínculos” con los perros, padres y pacientes. Cebrian explicó que en algunos casos “el simple hecho” de que un chico mueva la mano o haga una sonrisa, cumple con sus objetivos. “Nosotras sabemos que muchos chicos van a avanzar mucho y otros van a tener pequeños avances”, aclaró.El vínculo que se crea entre el perro y los chicos es muy importante y les sirve luego para transferirlo a las relaciones interpersonales de la vida diaria. Por ello, el equipo entrena perros, desde cachorros para que se “desensibilicen” y puedan adaptarse a las diferentes circunstancias. “Hay que tirarlos de chicos a la cancha para que vayan aprendiendo”, señaló Montoya mientras acaricia a Dolce, un golden retriever de tres años y padre de otros de los perros que también son usados en terapia asistida con animales. Los perros son susceptibles de provocar un cambio positivo en el comportamiento emocional del paciente. “Ellos son catalizadores y canalizadores, por eso forman un vínculo importante con el paciente”, explicó Cebrián y agregó que entre perro y paciente hay una “elección mutua”. El trabajo de este grupo de terapistas especializadas en caninoterapia comenzó de forma “itinerante” hace 10 años. Algunos de los lugares donde pasaron fueron la escuela 504, donde la actividad fue declarada de interés municipal por el Municipio de Lomas de Zamora, la escuela 36 de Luis Guillón y la escuela 29, también del distrito de Lomas. Esta organización contó con la ventaja de la experiencia previa pero destacan el trabajo realizado desde noviembre del 2009 hasta marzo de 2010 en el “Hospice San Camilo” de Olivos.El equipo de profesionales está formado por Noemí Alesso, Cebrián, Montoya, Claudia Calaza, Mariela Calzavara y Gabriela Vieytes quiénes, además de ejercer diferentes profesionales, son terapeutistas especializadas en Caninoterapia. También, la psicopedagoga Silvia Mazzei pertenece al equipo.El sueño de las profesionales que apuestan a la terapia asistida con animales en las salas de internación de los hospitales es la construcción de un “hogar de día” para poder cumplir con sus expectativas de “brindar con cariño” todo el conocimiento adquirido a través de estos años. Mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad es el impulso para seguir.* Nota correspondiente a la publicación del día 02 de Noviembre de 2013

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