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jueves, 19 de septiembre de 2013

ENTREVISTA A CARLOS ALFONSO LÓPEZ DIRECTOR DE EDUCAN. COMPASDOG.CO

Que agradable ha sido para mí encontrar una entrevista reciente de quién fue uno de mis maestros que me han enseñado lo poco que sé. La empresa de adiestramiento que él regenta como director aunque con su grupo de profesionales (lo son y de pura cepa) no forma una relación jerárquica, cosa que demuestra además del buen profesional qué es la buena persona que se esconde detrás, entrena además de perros y otras funciones a los que deseamos empezar y eso es algo que siempre agradeceremos. Siempre les guardaremos en nuestro corazón un respeto y un cariño especial por guiar nuestros pasos en nuestro intento de inicio.

Bueno, sin más dilación os reescribo la entrevista, espero que la disfrutéis tanto como lo he hecho yo
Vamos a entrevistar a Carlos Alfonso López, director de EDUCAN, adiestrador canino y especialista en etología canina y felina. También conocido por desarrollar el concepto de adiestramiento cognitivo-emocional.
—   Buenos días, Carlos. Cuéntenos, ¿Hace cuánto que lleva en el mundo del adiestramiento?
Hola Mónica, lo primero es agradecer a CompassDog el interés en nuestro trabajo y la idea de esta entrevista.
Empecé a adiestrar con doce años, ahora tengo cuarenta y dos (cielos qué viejo me estoy haciendo), así que llevo treinta añitos nada más y nada menos. Obviamente me profesionalicé mucho más tarde.
—   ¿Por qué eligió esta profesión? ¿Qué le hace sentir?
La verdad es que no elegí está profesión de manera consciente, plantándome un momento y diciendo: a partir de hoy voy a ser adiestrador. Como te decía empecé de niño, tanto para disfrutar de mis perros como para divertirme aprendiendo. Aunque en alguna ocasión hacía trabajos remunerados lo consideraba una afición, fue a partir de los diecisiete o dieciocho años que empecé a plantearme hacerlo de manera sistemática para tener ingresos regulares mientras estudiaba, el tema empezó a crecer y a gustarme cada vez más. Un día me encontré que tenía que decidir, porque ya me exigía mucho tiempo y atención y no se podía simultanear con otra cosa, y opté por el adiestramiento.
A mí el adiestramiento me aporta muchas cosas más allá de las evidentes para quienes amamos a los perros y el tratar con ellos. El adiestramiento profesional también me permitió desarrollar mi faceta como empresario, algo que heredé de mi padre y que me encanta. Pero quizá lo que más me gusta de trabajar con perros  es que no puedes fingir o pasar lo malo por bueno: todos sabemos que en muchos trabajos se puede “convencer” a los demás de que uno está trabajando, aunque no sea cierto: con el perro esto no es posible, si no trabajas, o no lo haces bien el perro no avanza, más bien se queda mirándote con cara de “¿pero tú de qué vas?”. Al perro no se le engaña, el perro sabe (y responde) a lo que de verdad estás haciendo.
—   ¿Qué tipo de adiestramiento emplea?
Adiestramiento cognitivo-emocional.
—   ¿Cómo se le ocurrió crear Educan?
La idea era crear una empresa que estuviera enfocada a las necesidades de los propietarios de perros de casa, ahora esto es algo habitual, cuando empezamos no era frecuente. Entonces tampoco abundaba el realizar el servicio en el domicilio del propietario, algo fundamental para el éxito de algunos procesos de mejora del comportamiento y que incorporamos a nuestra cartera de servicios. Creí que era un buen enfoque y funcionó, desde luego en esos momentos no me planteaba que fuera a crecer y convertirse también en escuela de formación de profesionales.
—   ¿Cuál cree que es el éxito de Educan?
Detrás de una empresa que funciona siempre hay un empresario sorprendido, y en estos tiempos más. Quizá lo más importante a nivel interno es el trabajo y cohesión del equipo, en esta empresa siempre hay alguien proponiendo cosas que hacer: quedarse una noche después del trabajo para plantear nuevas ideas, alargar una jornada para exponer potenciales mejoras, dedicar unos días libres a modificar un protocolo para afinar sus resultados… ¡Y el resto se apunta de inmediato! Nuestras reuniones con champañeras llenas de Red-Bull para aguantar el ritmo son un clásico de la empresa. En ese aspecto es un poco el Google del mundo del perro, buenos sueldos, horarios flexibles, autonomía para dirigir cada área de responsabilidad, compañerismo y exigencia de resultados: eso hace que los servicios estén siempre muy bien organizados y diseñados, lo que aumenta su eficacia y disminuye su coste para quien nos contrata, sea un alumno que desea formarse, sea un particular que quiere solucionar un problema de comportamiento o adiestrar a su perro.
Además en EDUCAN todos somos corredores de fondo, no buscamos “pelotazos” rápidos, sino consistencia, todo el mundo está dispuesto a invertir años en preparar un nuevo protocolo para que cuando lo expongamos esté cerrado, probado y tenga calidad.
EDUCAN como empresa tiene tres premisas: no explota, no especula, no engaña. Creo que eso es también clave para el éxito, al menos para lo que en EDUCAN entendemos como tal.
¿Cuál es la filosofía de Educan? ¿Y la suya?
EDUCAN fue la primera empresa que apostó por la relevancia de tres factores fundamentales para dirigir el entrenamiento de los perros: el aprovechamiento de sus capacidades cognitivas que incluían, pero iban más allá del aprendizaje asociativo, la correcta gestión de las emociones y el estado emocional del perro como primer evaluador de un trabajo de calidad y respetuoso (porque lo que importa no es lo que haces, sino cómo lo percibe el perro y cómo le afecta emocionalmente) y la relación social con el perro como un contexto que motoriza y determina su manera de actuar y aprender con mucha fuerza. Haciendo con todo esto un eslogan podríamos decir que EDUCAN lanzó al mercado en los noventa el mensaje “Tu perro piensa y te quiere, con eso te basta para adiestrarlo”, en oposición a la idea generalizada por entonces de que el perro era una especie de máquina que únicamente depende de refuerzos individuales, aversivos o apetitivos, para funcionar, siendo el entrenador un distribuidor de dichos estímulos, en lugar de un profesor cuya relación con el alumno resulta más importante para su interés por el aprendizaje y su avance que cualquier combinación de refuerzos y castigos.
Personalmente creo el adiestramiento de perros es una disciplina dinámica, que está obligada a importar los conocimientos de otras que hacen estudios consistentes sobre el comportamiento para desarrollar protocolos de trabajo propios. Si haces lo mismo que hace diez años estás necesariamente desactualizado, por supuesto que lo que funcionaba hace diez años sigue funcionando, pero continuamente surgen nuevos conocimientos aplicables para mejorar nuestros entrenamientos, nuestra relación con los perros y la posibilidad de que ellos disfruten más y mejor del adiestramiento. Debemos recordar que los perros no eligen ser adiestrados, es una decisión unilateral por nuestra parte y esto conlleva la obligación moral de buscar la mejor manera de hacerlo. Creo sinceramente que la mayoría de los entrenadores así lo intentamos y que lo que más bloquea el avance son los ataques entre las diferentes ópticas de entrenamiento, que a veces parecen buscar notoriedad y satisfacción en demostrar lo mal que lo hacen otros, esto necesariamente hace que quien es atacado se cierre y reafirme en su manera de adiestrar, impidiendo la permeabilidad entre escuelas, el libre intercambio y el encuentro que tanto bien y tanto avance nos permitiría a todos. Mi opinión es que todo adiestrador al ver cómo trabaja otro, por mal que le parezca y por mucho que desapruebe sus métodos, debe partir de la premisa de que ese adiestrador desea y busca lo mismo que él, pero por su trayectoria vital se encuentra en otro camino. Pensando así es fácil intentar compartir lo que tenemos, pues hay muy poca gente de la que no podamos aprender nada y a la que no podamos aportarle nada. Son más las cosas que nos unen que las que nos separan.
¿Cómo ve el trato a los animales en España respecto a Europa o América?
Bueno, aunque la última vez que miré un atlas España aún era Europa, es cierto que en el sur de Europa no estamos tan bien como en el norte respecto al trato a los animales, pero desde luego no tenemos que sentirnos acomplejados, estamos avanzando mucho en la buena dirección. Lo importante no es que haya alguien por delante, sino nuestro propio progreso y eso va bien.
Estados Unidos no me parece una referencia de interés, ni en adiestramiento, ni en trato a los perros, comparto plenamente la idea de Coppinger de que allí se está popularizando la idea de que todos los perros deben tener un determinado carácter -amigable con gente y perros y no demasiado activo- y si no es así es que no está equilibrado. Lo que atenta contra la diversidad de las razas y está llevando a una pérdida de la riqueza funcional de los perros, parece que la raza solo debe determinar el aspecto físico, mientras que el temperamento debería ser homogéneo en todas. Esto lleva a que se traten como patológicos a perros cuyas conductas sólo responden a la selección especializada que hemos realizado durante generaciones. Una verdadera pena. Creo que en Europa se hacen cosas mucho mejores que en los EEUU, pero se venden bastante peor, lo que no quiere decir que no haya gente concreta haciendo propuestas muy interesantes en EEUU.
—   ¿Cuál es el perro que más le ha costado adiestrar y por qué?
Como a muchos adiestradores los que más me cuestan son los míos, pues aparecen sesgos emocionales, inseguridades, pérdida de la perspectiva… Por eso creo que es importante que para entrenar a tu propio perro estés en equipo y tengas conceptos claros sobre cómo quieres trabajar, esto no te evitará los fallos, pero serán menos graves y tu equipo te avisará en seguida de que algo no cuadra. Un equipo tiene que tener preparación y criterio, no puede ser un conjunto de palmeros que te hagan la ola por cada cosa que hagas, esté bien o mal.
—   ¿Y el que menos?
Mi primer impulso ha sido decir que ningún perro es sencillo, porque hay que analizar y conocer a cada individuo, pero voy a provechar para citar una anécdota: fui a impartir un seminario sobre trabajo de mordida a un club, entre los perros que vinieron había un Bouvier de Flandes, es una raza que me gusta y que había trabajado bastante cuando era ayudante de un handler profesional. El perro, desde hacía unas semanas, sólo mordía con la punta de la boca, mientras hablábamos vi que hacia cosas raras con los belfos, me puse a mirarle y me di cuenta que tenía nudos que le hacían incómodo abrir la boca del todo, confirmé con el guía que era amigable, me acerqué y le corte los nudos: el perro volvió a morder bien de inmediato. Ese es el que menos me ha costado.
—   ¿Qué es lo que más le gusta del mundo del perro?
Que todo el mundo que está aquí está porque quiere, aquí somos todos voluntarios y entusiastas de lo que hacemos. Esto también nos lleva a ser susceptibles y puñeteros en grado sumo, pero es un lujo trabajar en un sitio donde todo el mundo está haciendo lo que le gusta y vive su profesión con intensidad.
—   ¿Cuál fue su primer perro y a qué edad le tuvo?
Mi primer perro fue Yago un American Stafordshire Bull Terrier que me trajo mi padre con once años de EEUU, precisamente porque era muy buscabroncas con otros perros decidimos adiestrarle y yo me encabezoné en no separarme de él y ser quien llevara a cabo el entrenamiento, lo que supongo que fue pesadísimo para mi familia, que me tenía que llevar al centro canino, y para el adiestrador, que estaba acostumbrado a adiestrar a los perros a solas y entregarlos después al propietario mediante un cambio de mano. No quiero ni imaginar lo plasta que me puse para que todos terminaran cediendo a las exigencias de un niño de once años.
—   ¿Hay alguna raza a la que guarde especial cariño? ¿Por qué?
Por diferentes motivos hay dos razas con la que estoy muy vinculado emocionalmente.
La primera son los pastores alemanes de trabajo, porque -aunque la selección actual está perdiendo estas características- son compañeros serios que ponen todo el corazón en lo que hacen y se creen lo que les enseñas, sin buscarle vueltas. Tienen un conjunto de entrega y fortaleza de carácter que me parece extraordinario, los perros muy entregados no suelen ser muy fuertes y viceversa, el pastor alemán tiene un equilibrio mágico en esto. Lamentablemente esta fortaleza de carácter no facilita los puntajes (aunque cuando se obtienen los ilumina con una densidad especial) y se está optando por perros igualmente entregados, pero más dúctiles, menos serios. Para mí ese tipo de  seriedad ha sido un atributo que aparece en individuos de muchas razas, pero que, como raza, sólo caracterizaba a los pastores alemanes. Uno de los motivos de mi cariño es la tristeza de ver como delante de nuestros ojos se extingue un tipo de perro que creo que permite entender el adiestramiento de una manera especialmente emocionante.
También siento mucho cariño, aunque un cariño más juguetón, hacia los Staffordshire Bull Terrier, cuando empezaba a adiestrar profesionalmente era vecino y amigo de Jesús Brey, criador pionero de esta raza en España con el afijo Piruétanos, y de Lola, su mujer, y me enviaban muchos de los propietarios de sus perros para adiestrarlos, así establecí una relación muy especial con ellos, me parecen muy divertidos. Además siempre sentiré agradecimiento  no solo hacia Jesús y Lola, que me ayudaron mucho, sino hacia los Staffies que acompañaron, con sus sonrisas gigantes, una época profesional de mi vida.
— ¿Conoce el trabajo de Urjc-Compassdog? De ser así, ¿qué le parece?
¡Claro que sí! Y quizá mi opinión sea sesgada porque conozco y valoro al “corazón” del proyecto, Israel González, pero aún así creo que es objetivo decir que estáis haciendo una labor de difusión muy importante para el adiestramiento en castellano. Aportar un lugar de referencia, que además sirva de punto de encuentro e inicio de tantas actividades es algo muy valioso en este mundillo, donde a veces se tiende al aislamiento.
Muchas gracias por concedernos esta entrevista. ¿Hay algo más que le gustaría comentar a nuestros lectores?
Únicamente comentarles a quienes estén empezando en esto que sepan que no existe una única manera de adiestrar bien, quien les diga esto se equivoca o falta a la verdad. Hay muchas formas buenas y respetuosas de trabajar un perro, aunque encuentren una que les encante y les convenza que se mantengan críticos con ella, olvidándose de adhesiones fanáticas, y que sigan atentos a las otras, que ni las descarten, ni las desprecien sin conocerlas en profundidad.

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