Yo que siempre te he amado, ahora,
me veo obligada a mirarte, ya
ronca.
La vida se ocupo de agrietar el
poder de tu voz
mi corazon en silencio adios.
Tu recuerdo me hace sangrar, pero
aun no ha empezado la tormenta.
Tu sombra me abandona, pero
te odio en mi aguacero y tus
recuerdos
la muerte no te ha llevado, pero,
mirate desde mis miedos.
Entre tubos y probetas juegan
truenos
y tu lánguida duermes sonriendo,
no hay felicidad en tus labios, lo
sabemos.
Quiero huir, abandonarlo todo,
esconderme donde ruja el silencio
Apenas queda tiempo,
y tu sonriendo.
Adiós burdo mundo.
Sonriendo
Dos lagrimas.
Sonriendo
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