cursor leopardo

Saludos

lunes, 20 de octubre de 2014

El jardín donde solía jugar


Vuelvo la vista y busco
el jardín donde solía jugar;
no está, no lo encuentro,


Miro atrás y no distingo el jardín donde solía jugar;
no esta, se lo han llevado o quizá la memoria empieza a fallar
y donde vi castillos de arena, dragones y enredaderas,
y princesas, nenúfares y estrellas siempre hubo granito y metal.

Miro atrás el camino y lo que me queda por andar
pero no siento ya el antiguo ansia que me alimentaba;
miro atrás y no distingo el jardín donde solía jugar,
y ya no recuerdo por qué quería pescar flores
y tampoco que ranas quería besar.

Echo de menos el clamor sonoro de lo que nunca fue perfecto
al columpiarme pensando en volar,
sabia que no era posible, sabia que no era real,
y sin embargo ahora me importa cuando antes me daba igual;
echo de menos el jardín donde solía jugar.

Recuerdo que hubo un momento en el que lo note pequeño
y las charcas se me hicieron demasiado viejas;
pero al salir me encontré la inmensidad de la ciudad,
perdí rumbo y rehíce camino y ahora miro atrás;
pero no recuerdo por qué quería besar ranas y tampoco que flores quería pescar.

No volvería tras mis pasos, descuida,
en el camino vi imágenes del jardín añorado,
y aunque añoro añorante la alegría que me daba ya no veo en él aquella felicidad;
ahora solo camino y tropiezo y vuelvo caminar
tratando de recordar por qué empece a andar,
qué flores quería besar

qué ranas quería pescar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario