cursor leopardo

Saludos

jueves, 27 de febrero de 2014

Carnaval con perros

Llega carnaval, una fiesta de ilusión y alegría tan necesaria en tiempos como los que vivimos; y muchos de los que tenemos perretes queremos disfrutar esta fecha con ellos.

A nivel educacional es peligroso que personalicemos a nuestras mascotas con disfraces impuestos y sensaciones de que es una minipersonita que desea disfrazarse con nosotros y que disfruta del jaleo y el ruido que solemos provocar en nuestras fiestas.
Si hacemos esto entre otras malas sensaciones les provocaremos un profundo estrés. Si queremos disfrazarlos deberemos acostumbrarlos poco a poco positivizandolo todo lo posible y aceptando que a algunos simplemente no les gusta o no lo encuentran divertido.

Aun así para nosotros disfrazar a nuestras mascotas y compañeros caninos puede múltiples beneficios en una sesión de terapia. Antes de nada a través del corte y confeccionamiento de las prendas se puede mejorar y mantener:
 La memoria a corto y medio plazo
La motricidad fina
La bajada del estrés
El entrenamiento atencional
La secundarización de problemas
El efecto secundarizador de problemáticas
La integración social (si lo realizamos en grupo)

Después con el disfraz

La mejora de la autoestima
La motricidad
La secundarización de problemas
El efecto secundarizador de problemáticas
Puente de relación entre personas con riesgo de entablar relacciones conflictivas

En el caso de hacerlo recordemos que los animales deben de estar cómodos y que en las actividades asistidas con perros encontramos beneficios ludicos, de bajada de estrés y mejora de autoestima puntual si hacemos sin un profesional.




Hagamos lo que hagamos disfrutemos los dos, tanto humanos como canes.

lunes, 24 de febrero de 2014

NUEVOS ESTUDIOS SOBRE ANIMALES MUY INTERESANTES WWW.CIENCIAEXPLORA.COM

Esta semana se han conocido varios estudios científicos que muestran la capacidad que perros, elefantes y monos tienen para ponerse en la piel del otro y entender sus emociones. Músculos artificiales y la búsqueda de nuevas Tierras completan el repaso de estos siete días de ciencia
Como le gusta decir al prestigioso neurocientífico español Rafael Yuste, el órgano más desconocido del ser humano es el cerebro. Y por supuesto, ese desconocimiento también afecta al de los animales. Pero como en el caso de las personas, cada vez más científicos se acercan a conocer cómo funciona el de monos, perros o elefantes, como ha sucedido esta semana: varios estudios han puesto el foco en el comportamiento de estos mamíferos para descubrirnos ciertas similitudes con percepciones que consideramos muy humanas. La cercanía con el otro gana puntos entre el reino animal.



Perros en el laboratorioAmpliar
Los perros podrían captar el estado de ánimo a partir de las voces de las personas. / Borbala Ferenczy / Current Biology
El jueves supimos que los perros escuchan las voces de una forma muy humana, segúnpublicaron en Current Biology un grupo de investigadores húngaros. El trabajo de estos científicos, poniendo a los canes dentro de escáneres cerebrales, pretendía ver cómo reaccionan ante las voces humanas: sorprendentemente, los cerebros de los perros respondían exactamente igual que nosotros al escucharlas. Los investigadores expusieron a los perros y a humanos a los mismos estímulos auditivos —después de adiestrarles para que se mantuvieran inmóviles en el escáner, quizá el mayor reto del expertimento—, para ver cómo reaccionaban sus cerebros.
En los animales se activó la misma región cerebral que en los humanos al oír voces de personas (no palabras concretas) entre una ristra de sonidos de todo tipo; para los investigadores ya fue una sorpresa solamente el hecho de que esta misma región se manifieste en los perros. “Es la primera vez que la encontramos en un no-primate”,explica Attila Andics, que firma este estudio.
VÍDEO | El cerebro del perro responde a las voces humanas igual que el de las personas / New Scientist
Ahí podría estar la clave por la que los perros son capaces de sintonizar con los distintos estados de ánimo de sus dueños, según este equipo. La idea que trasciende de estos resultados es que, del mismo modo que somos capaces de notar cómo se encuentra un amigo tan solo escuchando su voz, los perros tendrían desarrollada esta misma capacidad para entender a los humanos.
Del mismo modo, esta semana hemos sabido que los elefantes asiáticos son capaces de empatizar con los sentimientos de sus semejantes. Un estudio, el primero en investigar las respuestas a la angustia en elefantes asiáticos, muestra que estos animales tienen la habilidad de ponerse en el lugar de un semejante cuando le ven en apuros y hasta se ofrecen a proporcionarles consuelo cuando ven que lo están pasando mal.
Los elefantes son capaces de ponerse en el lugar de sus semejantes y consolarles en situaciones de estrés
Un equipo de investigadores, que reconocen que su trabajo es de por sí difícil porque deben esperar a las oportunidades que surjan de forma espontánea, estudiaron a elefantes en Sri Lanka para comprobar como se comportaban cuando veían a sus congéneres estresarse al ver pasar un perro, una serpiente o ante la presencia de otro elefante hostil. Según explica en Science el investigador Shermin de Silva, los animales se comportaron como cuando vemos una película de miedo: “Si el actor se asusta, nuestro corazón se acelera y buscamos la mano de los demás, una reacción conocida como ‘contagio emocional”.
Por ejemplo, en un caso filmado en vídeo, una hembra se asustó al oír a otro elefante barritar y corrió a buscar consuelo en otra elefanta mayor. Esta última elevó la cola y movió las orejas hacia adelante, como su compañera asustada, pero sólo tras verla hacerlo a ella. Luego, realizó pequeños chillidos conocidos como voces para calmar a la manada y frotó su tronco con el de la elefanta asustada, para finalmente colocarlo frente a su boca, en un gesto que los investigadores interpretan como un abrazo elefantino.
Esta semana descubrieron una nueva especia de marsupial que muere por su frenesí sexual
El último caso, en un experimento realizado en EEUU, el caso de ponerse en lugar de otro no pudo ser más literal, cuando un equipo de investigadores logró que un mono controle con su cerebro los movimientos de otro primate que estaba sedado. El logro, según publicó Materia el martes, se realizó gracias a implantes en el cerebro y la médula espinal y puede abrir nuevas vías en la investigación para tratar a personas que están paralizadas por lesiones en la médula espinal u otras dolencias.
Sin salir del reino animal, el hallazgo más peculiar de la semana es el que han realizado unos investigadores australianos: una nueva especie de marsupial en la que los machos no llegan a cumplir el año de vida por culpa de su desenfreno sexual. La pasión con que afrontan la cópula con las hembras, en maratonianas sesiones de apareamiento que duran entre 12 y 14 horas, acaba con ellos.

lunes, 10 de febrero de 2014

TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES: CABALLOS AUTISMODIARIO.ORG

Terapia Asistida con Animales: Caballos

Se habla mucho de los beneficios de la Terapia Asistida con Animales (TAA), pero también existe mucha confusión, ya que muchas personas acaban identificándolas de forma errónea. Podríamos definir la TAA como una terapia realizada con la participación de animales domésticos como un complemento de las otras terapias que la persona recibe, y que se aprovecha de las características tanto físicas como emocionales del animal para ayudar en la mejora de la calidad de vida, ya sea a niveles físicos y/o psicológicos. Es por tanto un refuerzo a otras intervenciones.
En la actualidad se usan muchos animales para este tipo de terapias, caballos, perros, gatos, burros, incluso elefantes, delfines y leones marinos  (estos dos últimos no entrarían en el grupo de animales domésticos, más bien en el de animales salvajes adiestrados). Pero en esta serie de artículos nos vamos a centrar en las terapias más conocidas y extendidas y siempre desde el punto de vista de la intervención a niños con TGD o TDAH. Hoy vamos a hablar sobre Terapia Asistida con Caballos.














Quien no comprende un corta mirada, jamás entenderá una larga explicación

Un poco de historia: Ya en el año 460 AC, Hipócrates refería las cualidades terapéuticas del caballo, si hacemos un repaso a la historia encontraremos innumerables referencias a las bondades de este binomio hombre/caballo y su relación con la salud. En 1875 el neurólogo francés Chassaignac descubrió que montar a caballo mejoraba el equilibrio, las articulaciones y el tono muscular de sus pacientes. Sus experiencias le convencieron de que montar a caballo, mejoraba el estado de ánimo y que era particularmente beneficioso para personas con paraplejia y pacientes con otros trastornos neurológicos. Al finalizar la 1ª Guerra Mundial, Olive Sands puso algunos de sus caballos a disposición del hospital de Oxford, donde se obtuvieron muy buenos resultados. Pero no fue hasta los años 50, y gracias a Liz Hartel, una amazona afectada de poliomielitis, que ganó la medalla de plata en la categoría de doma clásica en los Juegos Olímpicos de Helsinki cuando se empezó a tomar en cuenta este tipo de actividades como modelo de intervención. En 1969 y de la mano del comandante Rogelio Hernández Huerta la equinoterapia llega a México. En Europa este tipo de intervenciones tienen gran tradición y en muchos países están subvencionados por el estado. En España este tipo de terapia llega en los años 80, tanto a nivel de atención a personas con exclusión social como a personas con discapacidad física. Pero no es hasta finales de los 90 cuando se empieza a usar de forma más extensa la equinoterapia en la terapia a niños con TGD.

Sesión de equinoterapia


La TAA que se realiza con caballos, también conocida como hipoterapia o equinoterapia es muy popular y tienen una gran difusión. Sin embargo hay que ser prudentes, ya que aunque muchos medios de comunicación las han tildado de terapias sanadoras o curativas, esto no es así. En la actualidad existen diversos proyectos de investigación a diversos niveles que están refrendando el alcance y eficiencia de este tipo de intervención. Pero siempre han de estar entendidas como una intervención complementaria y no única.
Tampoco debemos olvidar que equinoterapia no es montar a caballo, y es imprescindible la presencia de un equipo multidisciplinar con una adecuada formación y una intervención orientada al niño y en coordinación con el resto de terapeutas, de forma que se trabajen las carencias del niño de forma coordinada.
Pero cuestiones científicas a parte no podemos obviar que muchos de los niños que han recibido este tipo de terapia han presentado cambios muy positivos, ya que en resumen se trabajan diferentes áreas tales como:
  • Integración sensorial del niño
  • Refuerzo de la psicomotricidad fina y gruesa
  • Equilibrio y  coordinación motora
  • Refuerzo muscular y postural
  • Comprensión de órdenes verbales y gestuales
  • Potenciar la comunicación (funcional) del niño, sea esta verbal o no
  • Refuerzo de la autoestima, confianza y capacidad de concentración.
  • Lateralidad
  • Área cognitiva, social y emocional
  • Refuerzo visual
Una de los aspectos más importantes está relacionado con el movimiento tridimensional del caballo, este movimiento rítmico es muy similar al movimiento humano, esta particularidad adquiere especial relevancia cuando hablamos de personas con discapacidades motoras o hipotonía muscular, ya que estimula músculos y articulaciones. A su vez, la temperatura del caballo (38º) aporta un aspecto sensorial extra; cuando el niño, por alguna razón se pone nervioso, se le tumba sobre la grupa del caballo para que se relaje. Además, si la intervención es adecuada puede ser una actividad muy divertida para el niño, no les aporta estrés, se practica al aire libre (salvo en el caso de estudios donde las intervenciones se realizan en picaderos cerrados para que el clima no sea un condicionante), se pueden trabajar actividades desde un punto de vista mucho más lúdico. Otro de los aspectos que se mejora considerablemente es la atención del niño, este aspecto es muy útil en niños con TDAH, se centran mucho en la actividad y suelen presentar mejoras en su conducta y capacidad de atención.  En el caso de niños con TGD hay que realizar un programa completo en función del niño, a veces el niño puede presentar cierto rechazo hacia el caballo, o incluso miedo, en este tipo de casos es más adecuado el uso de pequeños ponis que resultan menos “peligrosos” en la percepción del niño. Aunque lo normal es que tras varias sesiones con un poni sea el propio niño el que quiera montar un caballo más grande.
Algunas de las mejoras que se aprecian tras una tanda de terapias suelen ser:
Aspectos Físicos:
  • Mejoría del equilibrio, tanto vertical como horizontal.
  • Regulación y mejora del tono muscular
  • Mejora en la psicomotricidad fina y gruesa
  • En casos de niños con un caminar atípico, este problema también puede regularse en muchos casos, esto es debido a  la disociación de la cintura pélvica y la cintura escapular, que es un factor indispensable para caminar de forma adecuada y que es reforzado por la posición que se tiene al montar a caballo.
  • Mejora postural. Sobre todo a la hora de sentarse, el niño conforma una postura más recta.
Aspectos Psicológicos:
  • Aumenta el bienestar y la seguridad general del niño
  • Mejora en la confianza y autoestima
  • Mejora en la atención e intención comunicativa
  • Mejora la percepción espacio-temporal
  • Mejora en la socialización
Profesionales:
La Terapia Asistida con Caballos ha de ser impartida por profesionales de reconocida solvencia. Terapeutas ocupacionales, psicólogos, psicopedagógos y especialistas en caballos para terapia suelen conformar el equipo base. Debemos solicitar siempre la acreditación de los profesionales, ya que el mero hecho de su popularidad conlleva mucho intrusismo. En este tipo de terapia, como en cualquier otra, debemos ser conscientes de que se trabaja con niños con necesidades especiales y esto nos obliga a que el trabajo se realice desde la máxima seriedad y profesionalidad.
Antes de iniciar este tipo de terapia deberemos presentar un informe médico que acredite que el niño puede realizar este tipo de intervención. Igualmente el centro deberá contar con los seguros necesarios, una caída, aunque son infrecuentes, puede darse.
En el caso del trabajo con caballos, la figura del caballista, adquiere mucha importancia, ya que esta persona es quien, desde su conocimiento y experiencia, sabrá decidir en cada momento que tipo de entorno o trabajo va a ser recomendable. Por ejemplo: En un día con viento un caballo se puede asustar muy fácilmente y darnos un susto, si el caballo se encuentra mal, o si ese día no está en condiciones óptimas. Por tanto es importante una buena sintonía entre los miembros del equipo.
El equipo de TAA debe de trabajar en coordinación con el equipo que habitualmente da la terapia a nuestro hijo, para de esta forma hacer un trabajo coordinado. Actitudes que en un aula pueden resultar difíciles de corregir en este entorno resultarán mucho más fáciles.
Personas que NO deben realizar este tipo de terapias
  • Quienes tengan problemas ortopédicos.
  • Quienes padezcan de determinadas alergias (al pelo del caballo, al polvo, heno, …).
  • Con hemofilia  o problemas de coagulación.
  • Personas que tengan alguna enfermedad que provoque convulsiones o epilepsia sea esta convulsiva o no.

En un slalom bajo la atenta mirada del instructor a un niño que lleva años montando
Uno de los aspectos imprescindibles es que el niño acuda contento y disfrute, debe entender que esta terapia es un premio y no una rutina diaria. A su vez, descubrirán la emoción del galope, del viento en la cara mientras cabalgan, y eso ha de reflejarse en su rostro. Aunque uno de los mitos sobre el autismo es la inexpresividad de estos niños, cualquiera que los vea sobre un caballo con el rostro iluminado por la felicidad, podrá comprender cuan equivocado estaba.
El ser humano tiene una larga relación con los caballos, se estima que en la edad de Bronce la relación entre el hombre y el caballo ya estaba consolidada. Unos cuantos miles de años más tarde, esta relación perdura. Ciertamente un caballo no deja indiferente a nadie y menos a un niño. Ya sea por su tamaño (salvo en un poni), porte, movimientos, el tamaño de su cabeza,… Y a un niño con TGD que sea eminentemente urbanita no lo va a dejar indiferente.
Hay algunos aspectos sobre el caballo en su relación con un niño con TGD que conviene resaltar, ya que estos nos pueden aportar pistas de los vínculos emocionales que se pueden dar entre el niño y el caballo:
  • Los caballos ven a la persona sin disfraz, tal y como somos. Y tal y como nos sienten cuando los montamos. Nunca nos juzgaran por quien somos o cómo somos, tan solo en cómo interactuamos con ellos, cómo los entendemos a ellos. Esto nos obliga a establecer lazos de comunicación, inclusive verbal: los famosos arre y soo o el típico chasquido, por ejemplo.
  • Los caballos no hablan, pero debe existir una comunicación entre el jinete y el animal. Esta comunicación será emocional y gestual. Y el jinete debe saber interpretarla.
  • Si un niño es capaz de manejar al caballo (aunque sea con una supervisión), el animal le dará al niño una gran sensación de libertad y fuerza. Le transmitirá directamente, como en una conexión neuronal, una capacidad de movimiento y equilibrio interior de base puramente emocional.
  • Dirigir a un caballo implica paciencia, serenidad y disciplina. Si somos capaces de alcanzar ese nivel, el caballo nos dará lo mejor de sí mismo, pero a su vez le pedirá lo mismo a su jinete.
  • Nos dan otro punto de vista del mundo. Un caballo normal suele tener una altura a la cruz de aproximadamente 1,70 metros, aunque al principio sentarse a esa altura puede dar cierta aprensión, con el tiempo nos da un nuevo concepto visual de lo que nos rodea.
Al igual que pueda suceder con las terapias de intervención en casos de niños con TGD, ya sea ABA o TEAACH, no debemos esperar cambios mágicos a los 45 minutos, que es el tiempo medio de una sesión de equinoterapia. Como en todo alrededor de nuestros niños, requiere paciencia y dedicación.














Dirigiendo a Mercurio según las instrucciones del Instructor

Aunque la Equinoterapia a día de hoy no dispone de un gran refrendo en estudios científicos, ya que los estudios existentes en la actualidad son escasos, este tipo de intervención casi siempre da buenos resultados, ya que es un complemento perfecto a la intervención diaria de nuestro hijo. Pero debemos entenderla como lo que es, un complemento y no una base como sí lo sería ABA o TEAACH. Quizás el mayor problema que este tipo de terapia tiene es su costo, ya que salvo que esta intervención esté subvencionada suele tener un precio que en muchos casos no es fácil de sufragar por las familias.

lunes, 3 de febrero de 2014

LOS PERROS COMO TERAPIA CONTRA EL ALZHEIMER EN LAS BALEARES ELMUNDO.ES

Claudia es extranjera y en su día a día apenas se relaciona con los compañeros de residencia. Sin embargo, cada jueves vuelca todo su cariño y atención en Cel, Petra, Kika y Susi, las cuatro perritas con las que, dos veces por semana, la Residencia y Centro de Día Oms-Sant Miquel lleva a cabo sesiones de terapia con animales para enfermos de alzheimer.
Nada más acceder a la sala, Claudia se transforma. No hay más que ver su cara. Enseguida reclama la atención de Petra, a la que coge entre sus brazos, acaricia, besa y no quiere soltar. Tan sólo viendo esa escena, cualquier persona se da cuenta de los beneficios que genera el tratamiento en las personas mayores afectadas por una demencia.
Según explica Clemente Dorado, técnico en animación sociocultural e impulsor de esta iniciativa, para los residentes las actividades con las mascotas son una motivación. «Cada semana están esperando a que llegue el jueves para tocar los perros, jugar con ellos e interaccionar unos con otros», asegura Clemente, quien en su día y con el fin de poder desarrollar la terapia, recibió la correspondiente formación a través de Affinity Barcelona.
Dorado, junto con la fisioterapeuta del centro, Cata Rubio, se encarga de diseñar los ejercicios del grupo. «Aprovechamos el estímulo de los animales para mejorar la motricidad, realizando acciones cotidianas como peinarse o pasear. También les hacemos sostener peso y aprovechamos para trabajar el equilibrio y la marcha, para que mantengan su autonomía, en la medida de lo posible», detalla Rubio.
La terapia, de una hora de duración, se inicia con la presentación de las perritas, que saludan uno a uno a los residentes. Tras los saludos de rigor, se habla de las características de los canes, una actividad que ayuda a estimular la memoria de los participantes. Asimismo, se realizan ejercicios de motricidad fina, como peinar o poner lacitos a los animales y motricidad gruesa, como pasear, mover los brazos o lanzar una pelota a los perros.
Viendo el desarrollo de la sesión, resulta difícil saber quién se lo pasa mejor, si los ancianos, interactuando con las mascotas, o ellas, siguiendo obedientemente las instrucciones de Clemente, para después recoger su ansiada recompensa, una chuche para perros. «En Affinity nos enseñaron cómo debíamos adiestrarlos, a través del refuerzo positivo. Y eso es lo que hacemos», explica el adiestrador, además de atestiguar que durante la terapia los residentes se centran en atender a los canes, olvidándose por completo de cualquiera de sus dolencias.
Los rostros de satisfacción de los asistentes, así parecen demostrarlo. Todos sin excepción participan activamente en cada una de las actividades e intentan captar la atención de las perritas para luego dedicarles todo tipo de caricias y mimos.Unos gestos de cariño que son devueltos por los animales a golpe de lametazo.
Antonia es una de las residentes que semanalmente acude a la terapia grupal junto a su marido, Xisco. Mientras peina delicadamente a Cel, su perrita favorita, nos explica lo bien que se siente en la residencia, pese a que al principio extrañaba un poco su casa. «Aquí nos cuidan mucho, no podemos quejarnos. Todos los jueves hacemos ejercicios con los perros, una de las actividades que más me gustan», argumenta sin perder de vista a Cel.
Como ella, Francisca sigue atenta todos los movimientos y jugueteos de los canes, aunque en su caso, siente especial predilección por Kika, que recorre la sala presumiendo de sus dos estilosas coletas. Aunque habitualmente Francisca se mueve con la ayuda de un andador, durante la sesión deja a un lado sus miedos (y el andador) y, ayudada por Clemente, pasea satisfecha a las mascotas. «Aquí me siento como en mi segunda casa. Tengo una compañera, Ángela, con la que me llevo muy bien y me siento muy a gusto», manifiesta la mujer, quien al rato nos vuelve a llamar para añadir que, además de la terapia con los animales, lo que más le gusta son las charlas con la psicóloga, Antonia Fontanet.
Fontanet forma parte del equipo que desarrolla la terapia con perros. Según explica esta especialista, los tratamientos convencionales específicos para tratar el alzheimer no siempre son efectivos. «A veces nos encontramos con pacientes que quizás tienen la capacidad pero no la motivación para seguir el proceso. En cambio, aquí el perro les motiva y es la excusa que nos sirve para trabajar aspectos no sólo físicos, sino también cognitivos, emocionales y sociales», asegura.
La Residencia y Centro de Día Oms-Sant Miquel puso en marcha esta actividad en 2010 con una adiestradora externa, Teresa Cayuela, y dos ejemplares de Golden Retriever. Desde hace dos años, debido al éxito obtenido, es el propio centro quien se ocupa de preparar e impartir las sesiones, de las que se benefician todos los residentes. Aquellos que no pueden asistir a las clases grupales reciben la visita de las mascotas en su habitación, donde siguen una terapia individualizada.
Aunque en Mallorca este tipo de tratamiento es relativamente nuevo, en otras ciudades como Barcelona llevan cerca de 20 años aplicándolo con muy buenos resultados, ya que consigue ralentizar la evolución de la enfermedad.


Los animales, la mejor medicina

Son muchos los estudios que corroboran los beneficios de la terapia asistida con perros en personas mayores con alzheimer u otras demencias. El principal objetivo de estos tratamientos no farmacológicos es mejorar la calidad de vida de los ancianos, incidiendo en cuatro áreas fundamentales: la física, la cognitiva, la emocional y la social. Los animales se convierten así en la mejor medicina para los pacientes, cuyo estado de ánimo mejora notablemente con el simple contacto con la mascota. Asimismo, los canes pueden ser el estímulo necesario para que los abuelos superen pérdidas emocionales y sociales y, en algunos casos, incluso mejoren su movilidad. /M.A.C.