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Saludos

jueves, 29 de agosto de 2013

ABC LOS PERROS CONSUELAN A LOS SUPERVIVIENTES DE BOSTON


INTERNACIONAL / TRAGEDIA EN MASSACHUSETTS

Los perros consuelan a los supervivientes en Boston

Día 16/05/2013 - 15.29h

Un grupo de animales de terapia entrenados para ayudar a personas que han sufrido grandes traumas atienden a las víctimas del atentado

Los perros consuelan a los supervivientes en Boston
Los perros ayudan a superar los traumas del atentado. / Archivo
A pocas manzanas de la línea de llegada del maratón de Boston donde el lunes dos explosiones mataron a tres personas y dejaron más de cien heridos, 'Parish', un golden retriever lame las heridas psicológicas de las víctimas. Es parte de una cariñosa patrulla entrenada por una ONG de la Iglesia Luterana en Illinois que se dedica a consolar a las víctimas de catástrofes, según se ha publicado en la prensa estadounidense.
Decenas de personas se han acercado hasta el puesto de los perros para abrazarlos y los animales han 'trabajado' en las habitaciones de los hospitales con los heridos. Olisquean, se suben en las camas, dan algún lametón, posan sus cabezas sobre las piernas de las víctimas, mueven la cola o se dejan acariciar. Hacen lo que hacen los perros y todos se sienten un poco mejor. La iniciativa no es una frivolidad. Están entrenados para desarrollar la empatía con la persona que sufre. Aunque no hablen, los perros pueden resultar excelentes psicólogos, sobre todo en personas que acaban de pasar un trauma importante o que presentan un cuadro de shock postraumático. En España, el grupo de Terapia Asistida por Perros de la Universidad de Sevilla estudia cómo la presencia de estos animales debidamente preparados puede suponer el desbloqueo emocional de las víctimas de atentados, catástrofes naturales, o simples accidentes y facilitar así el trabajo de los psicólogos.

Ocho meses de entrenamiento

El grupo de animales no es nuevo en estas lides. Comenzaron a entrenarse en Illinois después del ataque a un instituto en el que murieron seis alumnos en 2008. Después, han participado en algunas tragedias como el huracán Sandy. La última de ellas fue el suceso de la escuela de primaria de Sandy Hook en la que hubo 28 muertos por los disparos de un joven.
En todos los casos, algunos miembros de este grupo de 67 perros dieron su apoyo a los supervivientes. La organización los recluta desde que son cachorros y completan un entrenamiento de ocho meses para que puedan mantener la calma en situaciones emocionales muy duras o escenarios de estrés intenso. Uno de ellos, 'Louie' tiene una cuenta de Twitter en la que se cuenta su trabajo

ARTICULO DE LA RAZON.ES SOBRE LOS BENEFICIOS DE LA TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES EN LA FIBROMIALGIA

La asociación catalana sin ánimo de lucro Fud Therapy ha presentado hoy en Lleida un estudio pionero con el cual se ha demostrado que la terapia con perros ayuda a las personas que sufren fibromialgia a disminuir la ansiedad y el dolor que padecen.
Según ha explicado a EFE Núria Sorribes, presidenta de la asociación, se trata de un estudio innovador que se ha llevado a cabo en 2012 con 9 pacientes del hospital Santa Maria de Lleida durante tres meses, durante los cuales han recibido la terapia canina.
En las sesiones con los perros, los pacientes realizan una serie de ejercicios encima de los canes que, al transmitir a las personas su calor y el ritmo de su respiración, les ayudan a calmar la ansiedad y a reducir el dolor que sienten al estabilizarse su sistema nervioso central.
Una vez comprobados los buenos resultados de esta prueba piloto, la asociación tiene previsto llevar a cabo a partir de la primavera un estudio más ambicioso, con 40 pacientes, que permita extrapolar en el futuro este tipo de terapia a un grupo de población más grande.
La asociación, con sede en Lleida, trabaja desde hace cinco años en la terapia asistida con perros en diferentes proyectos y con diferentes entidades, aunque siempre con una finalidad social.
Además de la sede en Lleida, también tienen delegaciones en Barcelona, Tarragona, La Seu d'Urgell y Andorra y prevén expandirse a otros territorios en el futuro.
La asociación cuenta con 10 técnicos y 3 educadores caninos y en la actualidad está llevando a cabo más de 20 proyectos de diferentes tipologías, para los que cuentan con 15 perros.
Los canes, en su mayoría pastores alemanes, empiezan a ser formados a partir de los 8 meses de edad y conforme a sus preferencias y aptitudes se les deriva hacia un proyecto u otro.

martes, 13 de agosto de 2013

TERAPIA ASISTIDA CON PERROS CON NIÑOS VULNERADOS


Viernes 27 de abril de 2012 
Blog Psicomascot
                                                                                                   


  Dos psicólogos y un trabajador social son los que, acompañados por los caninos, desarrollan
 las terapias para menores entre los dos y los 17 años a los que se les vulneraron los derechos.

 La esperanza de cientos de niños en Antioquia son ocho perros de raza labrador retriever y
 golden retriever. Los animales, dos de ellos traídos de España, se sientan durante horas a 
escuchar la historia de menores víctimas de maltrato físico o abuso sexual. El que es el mejor
 amigo del hombre ahora parece ser también su mejor terapeuta.

Las intervenciones asistidas con animales son un método que emplea la Fundación Las 
Golondrinas para atender a niños vulnerados en 18 municipios del departamento, pero 
especialmente de los barrios Llanaditas, Caicedo y Villa Liliam, en Medellín, donde la
 mayoría de la población es desplazada.

En dos años del programa, cerca de 4.500 menores se han beneficiado de la terapia 
con animales, que según los especialistas, ha tenido una efectividad del 87 por ciento.

Reinel Arias, coordinador del área psicosocial y de la intervención asistida con animales 
en la Fundación, explica que la terapia con los caninos tiene tres abordajes distintos:
 la terapia asistida con animales, la educación asistida con animales y las actividades 
asistidas con animales, que se enfocan en la recreación de los menores.

“El primer enfoque es el que va más dirigido al tratamiento de niños vulnerados. Se trata
 de que los menores, guiados por un psicólogo, hagan una especie de catarsis frente al 
perro, un ser que les produce confianza y que no les reprocha, y al que le cuentan sus
 miedos e incluso los maltratos de los que fueron víctimas”, explica Arias, que agrega
 que cerca de 700 niños de la ciudad han recibido ya este tratamiento que previene
 factores desencadenantes de otras patologías en menores que, por las vulneraciones 
sufridas, se caracterizan por ser impulsivos y ausentes, incluso agresivos.

El coordinador del área psicosocial afirma que lo que se hace con el animal es
 ejemplificar el cuerpo humano, se hace un reconocimiento del esquema corporal 
del perro para que los niños reconozcan su propio cuerpo y sepan “quién puede 
acceder a ellos y quién no”.

Los perros, que trabajan como lazarillos, vigilantes, detectores de estupefacientes y
 hasta rescatistas, ahora tienen un compromiso más, tal vez el más importante de
 todos: apoyar la recuperación de la infancia vulnerada para que la sociedad del
 futuro sea sana.





jueves, 8 de agosto de 2013

TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES EN NIÑOS CON TRANSTORNOS DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD. POR MIGUEL ÁNGEL SIGNES LLOPIS

Acariciar un animal es beneficioso para la salud y el bienestar de las personas, ya que la calidad de las relaciones sociales depende en gran parte del tacto. Las sesiones de terapia o educación son una gratificación táctil, con valor terapéutico, tanto para la mejora de la salud psicológica como de la física.Miguel Ángel Signes Llopis. Experto en problemas de comportamiento, modificación de conducta, Asesor y Terapeuta canino certificado por AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. Curso de Etología Clínica y Bienestar Animal impartido en la UEX. Técnico en Terapia Asistida con Animales por la Fundación Bocalán. Técnico en terapia asistida con perros por CTAC (www.ctac.cat). Autor de varios artículos científico-técnicos de Etología Clínica Canina y de Terapia Asistida con Animales. Colaborador dePortal de Veterinaria Argos y de la revista Especies.Hart (2003): “Los efectos calmantes de los animales son especialmente valiosos con los niños que muestran alteraciones de falta de atención e hiperactividad y trastornos de conducta y han servido de base para intervenciones terapéuticas. Una amplia serie de estudios en un entorno educativo ha mostrado que los animales atraían y mantenían la atención de los niños y dirigían su atención al exterior (Katcher & Wilkins, 1997). Calmar a los niños fue un primer paso esencial. Una vez que su atención había sido movilizada y dirigida hacia fuera, la agitación y las agresiones disminuían, mejorando el entorno educativo. Las mejoras en la conducta se generalizaron a otras situaciones pedagógicas, pero no a todas”.Al Canis familiaris también se le puede utilizar como modelo para trabajar con niños que tengan problemas de lectura. Aquí tenemos a Airon “leyendo una revista”. (Foto: M.A. Signes)Sabemos que los niños y los adolescentes con Trastornos Déficit de Atención (T.D.A) e Hiperactividad (H) tienen problemas psicosociales y suelen mostrar impulsividad, agresividad, impaciencia, trastornos conductuales, falta de tacto en el trato con otras personas, búsqueda de sensaciones nuevas (por lo que suelen adoptar comportamientos de riesgo), conductas desafiantes, baja autoestima, problemas en la atención, concentración, aprendizaje y en el rendimiento. Todo ello provoca fracaso escolar y conflictos en las relaciones interpersonales, entre otros problemas.También estos niños y adolescentes suelen tener ansiedad, estrés y depresión, y un animal de compañía tiene un impacto directo tanto en la respuesta psicológica como en la fisiológica, reduciendo estas sintomatologías. Friedmann (2003) dice a este respecto: “La observación implícita o el estar en presencia de animales tiene un impacto directo tanto en la respuesta fisiológica (Friedmann et al., 1983b) como en la salud psicológica: menor ansiedad (Sebkova, 1977) y menos depresión (Holcomb et al., 1997)”. Serpell (2003) dice respecto al estrés: “Los animales de compañía pueden proporcionar a las personas una forma de apoyo social que reduce y amortigua el estrés (McNicholas & Collis, 1995; Serpell, 1996; Siegel, 1990)”.Acariciar a un animal es beneficioso para la salud y el bienestar de una persona, ya que la calidad de las relaciones sociales depende en gran parte del tacto. Las sesiones de terapia o educación son una gratificación táctil, con valor terapéutico, tanto para la mejora de la salud psicológica como de la física. Fine (2003): “Baun et al. (1984) opinan que los animales poseen un efecto tranquilizador sobre las personas y reducen su nivel de excitación. Los datos de su estudio relacionaron el contacto táctil con un perro con bajas presiones sanguíneas inducidas experimentalmente”.Los objetivos a alcanzar en las sesiones de educación o terapia asistida con animales con este colectivo son, entre otros, los siguientes:Mayor motivación, atención y concentración en su entorno inmediato.Incremento en la motivación frente a actividades como la lectura, el aprendizaje y el trabajo en equipo, mejorando la capacidad para seguir instrucciones.Reducción de la impulsividad y la agresividad.Mejora de la autoestima y la autodisciplina.Para alcanzarlos, los animales de compañía se pueden aplicar en las sesiones de educación o terapia de las siguientes maneras.Como fuente de tranquilidad y atenciónSerpell (2003): “Los animales pueden inducir un estado de relajación inmediata, psicológicamente tranquilizador, por el simple hecho de atraer y mantener nuestra atención (Katcher et al., 1983)”.Los animales de compañía son de gran utilidad ya que atraen y mantienen la atención de niños o adolescentes con T.D.A.H, llegando a mejorar el entorno educativo y terapéutico. Es más, según Katcher y Wilkins (2003): “La atención dirigida a los animales se asocia con una inhibición del comportamiento porque el niño no sabe qué va ha hacer el animal. El animal constituye un estímulo que presenta novedades constantes. La inhibición del comportamiento crea un periodo de tiempo durante el cual el niño puede formular preguntas acerca del animal. El animal crea una “necesidad de saber” o una curiosidad que sólo puede ser satisfecha si el niño formula las preguntas adecuadas”.Airon saludando. (Foto: M.A. Signes)Como objeto transicionalUtilizar a un perro como objeto transicional puede convertirse en una defensa muy efectiva contra el estrés, la ansiedad y la inseguridad, siendo éste para el niño y/o adolescente una forma segura e inocua de reducir estos síntomas. Es más, un animal “les abre la puerta”, facilitando la expresión de sentimientos y explicándole experiencias que no le han contado al terapeuta.Además, usando a un perro como objeto transicional se puede trabajar con los niños y los adolescentes la atención, la concentración, el fomento de la autodisciplina, el aumento de la autoestima, la sensibilidad, el amor sin propiedad, el compartir vivencias y posesiones, el área socioemocional, el reforzamiento lógico matemático, la capacidad de cálculo matemático y de asociar números a cantidades; el respetar turnos y el seguimiento de instrucciones; o programas de lectura y dicción, entre otras múltiples aplicaciones.Como elemento no amenazador y compañero de juegoPara que el tratamiento sea más efectivo es bueno disponer de un marco en el que el niño o adolescente no se sienta amenazado o desafiado. Sabemos que los animales son menos desafiantes que los humanos lo que permite mejorar su habilidad de relacionarse sin amenazas. Seguidamente, es más fácil que trasladen su interés hacia otros seres vivos, como el educador o terapeuta, lo que facilitará la comunicación entre ambos, haciendo el animal de “lubricante social”. Katcher y Wilkins (2003) dicen a este respecto: “Puesto que la presencia del animal dirige la atención del niño hacia el exterior, reduce el nivel de excitación y permite que el niño perciba con más precisión el comportamiento de los terapeutas y otros niños, inhibiendo de esta manera la utilización de los prejuicios negativos acerca de la intención del terapeuta. Esta tendencia favorecía el desarrollo de una red de atribuciones positivas hacia el animal, el personal relacionado con los animales y los otros niños”. En cuanto a la utilización de un animal como compañero de juego, sabemos que es más efectivo que los juegos o juguetes tradicionales, ya que al ser un ser vivo provoca una gama de reacciones más amplia y es capaz de proporcionar mucha interacción. Katcher y Wilkins (2003) dicen: “Los niños TDAH y con trastornos de conducta tienden a hacer atribuciones negativas acerca de sus compañeros, sus padres y los adultos, proyectando hostilidad y justificando su propio comportamiento agresivo. La gente relacionada con los animales es percibida de forma positiva, y al introducir los animales en la terapia existe una mayor interacción positiva entre el paciente y el terapeuta”. Como potenciador del aprendizajeRuckert (2007): “En el curso de mis investigaciones y entrevistas, he comprobado que entre los animales y los niños se forma un vínculo especial que contribuye a un aprendizaje saludable. Desde el momento en que el niño o la niña se encuentra con el animal, éste le servirá de maestro, amigo y terapeuta”. También Melson (1990) nos dice que un perro es beneficioso para el desarrollo del niño.Sabemos que un animal de compañía no solo modifica el entorno educativo y terapéutico sino que además, en niños con T.D.A.H., les puede ayudar a aprender nuevas habilidades y a reducir los problemas de comportamiento: “Además de ayudar en el aprendizaje de nuevas habilidades, la presencia de animales en entornos terapéuticos puede ser útil para reducir problemas de conducta de los pacientes (Burch 2003)”. En un niño con problemas de comportamiento el hecho de realizar una actividad encaminada a cuidar, alimentar, cepillar o preparar la cama a un perro, no sólo aumenta la autoestima, fortalece la socialización y desarrolla la empatía, sino que estas actividades son las adecuadas en el tratamiento de personas con un comportamiento antisocial, un pobre sentido de la responsabilidad y un bajo nivel de autoestima. Katcher y Wilkins (2003) dicen: “La competencia conseguida a través del dominio del miedo, el aprendizaje de los comportamientos necesarios para cuidar a los animales y el incremento de la habilidad para experimentar una interacción social gratificante con los animales, con el personal y con otros niños, aumentaría la autoestima y la probabilidad de que el niño deseara aprender en otros contextos”.Además, es aplicable en niños en los que el habla controlada no está bien desarrollada, pudiéndose utilizar un perro para potenciar el aprendizaje. El niño le daría órdenes y el animal las cumpliría (siéntate, échate, vete a tu sitio, saluda, tráeme la pelota, etc.). Katcher y Wilkins (2003) dicen: “Descomponiendo el proceso de aprendizaje en unidades en las que el educador explica y muestra cómo actuar, se ayuda al niño a desarrollar una capacidad para el habla controlada que es la guía del comportamiento moral y favorable a la resolución de problemas en los niños normales (Vygostky, 1986)”.Como modeloUn ejemplo de la utilización del perro como modelo lo podríamos obtener cuando tratamos de fomentar la autodisciplina en el niño o adolescente. El simple hecho de adiestrar a un perro en la obediencia hace que perfeccione su capacidad de autodisciplina, además de fomentar la concentración y la seguridad.También en un niño que fracasa por falta atención y concentración en la realización de ejercicios matemáticos. Con un perro se puede trabajar esta área como modelo, realizando el siguiente ejercicio matemático: en una pared de la sala se ponen los número del 0 al 9 y los signos de la suma (+), resta (-), división (:) y multiplicación (x). Se le pregunta al niño qué quiere que calcule el perro. El niño, por ejemplo, le contesta que quiere multiplicar 25 por 4. El perro le dice al niño el resultado, 100, tocando con el hocico los números, 1, 0, 0. Seguidamente, es el animal, tocando mediante el hocico, el que le dice al niño el cálculo que tiene que hacer. Si el niño se equivoca, el perro le puede ayudar hasta lograr el fin, que el niño realice correctamente el cálculo.Como cómpliceCon estos niños se puede utilizar al animal como cómplice. Por ejemplo, en el ejercicio matemático anterior el/la terapeuta les puede pedir que hagan uno o dos cálculos juntos. El niño dice los resultados y el perro los marca con el hocico.Otro ejemplo sería que el niño y el perro han estado jugando con unas pelotas. Una vez finalizan el juego, al niño y al perro se les puede pedir que las guarden en un cajón. Ambos participan en el seguimiento de instrucciones habiendo una complicidad entre ellos.Como reforzador de conductasUtilizando a un Canis familiaris como reforzador de conductas con este colectivo de niños se pueden trabajar muchos aspectos: la atención, concentración, bajada de la ansiedad, aumento de la autoestima y confianza en sí mismo, la autodisciplina o el seguimiento de instrucciones, entre otros.A un niño hiperactivo, que ya tiene interés por el animal y quiere jugar con él, el terapeuta puede pedirle que permanezca sentado durante un tiempo antes de iniciar el juego y, de este modo, trabajar la tranquilidad y el seguimiento de instrucciones.Por otra parte, en un niño con T.D.A., si el objetivo es trabajar el mantenimiento de la atención durante un tiempo, la concentración, la responsabilidad y el aumento de la autoestima, se le podría asignar la tarea de alimentar al animal, rellenando un juguete interactivo del perro con bolitas de pienso y que una vez ha finalizado de rellenar, se le da al perro para que saque las bolitas de su interior. El perro al tocar el juguete con la pata o el hocico hace caer las bolitas de pienso y se las come, reforzando la conducta del niño. En definitiva, la utilización de animales de compañía, especialmente el Canis familiaris, como herramienta al servicio del educador/a o terapeuta potencia el aprendizaje, modifica el entorno educativo y terapéutico y facilita que se logren los objetivos más rápidamente, resultando especialmente útil en niños con trastornos déficit de atención e hiperactividad, mejorando su calidad de vida y su integración social.

Bibliografía

Cusack, O. (2.008): Animales de Compañía y Salud Mental. 2ª Edición. Fundación Affinity.Fine A. H. (2003): Manual de Terapia Asistida por Animales. Fundación Affinity.Levinson, B.M (2.006): Psicoterapia Infantil Asistida por Animales. Fundación Affinity.Ruckert, J. (2.007): Terapia a cuatro patas. 2ª Edición. Fundación Affinity.Signes M.A., Rodrigo M.D. (Agosto, 2009) en: “Animales de Compañía y Niños: Una Relación Educativa y Terapéutica” (www.ataaasafor.es). Consultado el 05/09/09.

martes, 6 de agosto de 2013

TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES DE COMPAÑIA. BIENESTAR PARA EL SER HUMANO MARZO 2002

M. P. ZAMARRA SAN JOAQUÍN
Diplomada Universitaria en Enfermería. EAP Aranjuez
II. Sector XI. Insalud.

Introducción
En la actualidad, a pesar de vivir en zonas superpobladas,
el ser humano sufre graves problemas de aislamiento,
sin pararnos a realizar una sola respiración consciente.
No cumplimos con la adaptación al medio de las modernas
definiciones de salud. Asistimos a lo que varios autores
denominan "el divorcio de la Naturaleza". Quedó atrás
el hombre que compartía su tiempo con otros seres, animales
y plantas en perfecta armonía. Existían unos lazos
de comunicación que iban más allá de la relación de ayuda
basada en el beneficio por ser recolectores y pastores.
Somos una especie evolutivamente superior, pero, por
suerte, eso no nos hace omnipotentes. Se acepta que el
hombre primitivo que vivía hace más de un millón de
años tenía una unidad con la Naturaleza, que sus ritmos
biológicos se sincronizaban con los de la Naturaleza o no
podría haber sobrevivido. El hombre moderno, tú y yo, somos
similares al hombre primitivo biológicamente, físicamente,
psicológicamente y socialmente. El hombre en todas
partes parece haber tenido necesidades creativas y
psicológicas similares, basándose en mitos y leyendas parecidas.
No importa dónde haya vivido el hombre, ha estado
preocupado por problemas filosóficos y existenciales
(1) (Figura 1).
La alienación es el origen de la enfermedad de la civilización.
El fracaso en los canales de comunicación provoca
enfermedad en la integridad humana. La gente hoy tiene
más posesiones y menos amigos. El hombre esperaba
que la mecanización, la ciencia y la tecnología resolviera
sus problemas existenciales y le hiciera todopoderoso. Pero
la ciencia no ha simplificado la existencia del hombre,
sino que ha incrementado su perplejidad y sus dudas. El
hombre encuentra que la tecnología de la revolución industrial,
que presumía una aliada, lo ha ayudado a levantar
un muro entre él y la Naturaleza. Su desapego es un reflejo
de su alejamiento de la Naturaleza y su propio interior,
esto produce dificultades en la comunicación con la Naturaleza
y con él mismo (1).
La historia de cualquier y de cada cultura en cualquier
lugar del mundo es rica en su relación con los animales,
muchos de ellos entrenaban mascotas, aparecen en el arte
y el folklore como símbolos de vida, fuerza, paz, etc.
Las mascotas protegían al hombre de los espíritus diabólicos.
¿Ha sido el hombre el que ha domesticado animales,
o fueron los animales domésticos los que pacificaron al
hombre? Posiblemente su ancestral amigo, el animal, puede
resultar un aliado que ayude a establecer el equilibrio
exacto. Todos necesitamos un amigo con el que poder comunicarnos,
al que poder revelarnos a nosotros mismos
en todas nuestras debilidades sin ningún miedo u objeción.
Tan importante es tener un amigo con el que podamos
intimar, como ser aceptado y no juzgado por lo que
hacemos. No muchos de nosotros somos afortunados en
contar con un amigo, tampoco en nuestras familias ni en
nuestro entorno. Una mascota bien elegida puede suplir
parcialmente esa necesidad. No sólo necesitamos dialogar
con gente, sino una relación activa con la Naturaleza.
Cuando estamos irritados y estresados, necesitamos un
rincón tranquilo: Cuando estamos solos, sin intrusos presentes,
respiramos aire puro, admiramos el cielo azul y escuchamos
el sonido de las olas (1) (Tabla 1).

Tabla 1.
"El hombre blanco deberá tratar a los animales de esta Tierra como a sus
hermanos... ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todas las bestias
fueran exterminadas, el hombre moriría de una gran soledad en el espíritu;
porque lo que le sucede a los animales también le sucederá al hombre.
Todas las cosas están relacionadas" FRAGMENTO DE LA DECLARACIÓN
DEL JEFE INDIO SEATTLE AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS
FRANKLIN PIERCE, 1855.

El 86% de los dueños de mascotas los trata como a
personas o a miembros humanos de la familia. El 97% habla
con ellos y la mitad de los adultos y más del 70% de
adolescentes les hacen confidencias. Las mascotas son
más importantes que los amigos, vecinos, trabajo, deportes
o funciones sociales. El 96% tienen mascota por el
placer que su compañía ofrece. El 69% buscan el confort
de su mascota cuando están deprimidos. El 80% están
más divertidos y se ríen más desde que tienen mascota
(2). Si el estilo de vida es el mayor determinante de salud,
hay que tener en cuenta que vivimos con mascotas.
Buscando una alternativa a las terapias tradicionales
para prevenir y resolver distintos problemas de salud, nos
vemos en la necesidad de retomar esa conexión a través
de un vínculo cotidiano con los habitantes no humanos del
Planeta: Se trata de los animales domésticos (3). Hablamos
entonces de la Terapia Asistida por Animales de
Compañía (TAAC) (Tabla 2).

Tabla 2. Definiciones
En la literatura anglosajona:
Animal Assisted Therapy (AAT): Intervenciones en las que un animal es
incorporado como parte integral del proceso de tratamiento, con el objetivo
directo de promover la mejoría en las funciones físicas, psicosociales y/o
cognitivas de las personas tratadas. Son dirigidas por un especialista en
AAT. Ej.: autismo, depresión, problemas de conducta...
Animal Assisted Activities (AAA): Intervenciones con animales sobre la motivación,
culturales y recreativas, en las que se obtienen beneficios para
incrementar la calidad de vida de las personas. Se da en diversos ambientes
por un entrenador especializado en AAA, que puede ser un profesional o un
voluntario que posea y aplique conocimientos sobre la interacción entre animales
y humanos. Ej.: ancianos, niños institucionalizados, pacientes terminales,
ciegos, sordos, minusválidos, paraplejias, ACVA, amputaciones,
esclerosis múltiple, distrofias musculares, Alzheimer, demencias, cáncer,
sida, retraso mental, alteraciones emocionales...
(Definitions Development Task Force. Handbook for animal-assisted activities
and animal-assisted therapy. Renton, Wash: Delta Society 1992).
También existe el término Animal Facilitated Therapy (AFT): uso terapéutico
de los vínculos entre el hombre y los animales para mejorar la salud física
y emocional del paciente.
En España empleamos la denominación Terapia Asistida por Animales de
Compañía (TAAC).

Historia de la TAAC

La primera vez que se tiene constancia de la utilización
de animales en terapia fue en Inglaterra en el Retreat de
York, fundado en 1792 por la "Society of Friends". William
Tuke, pionero en el tratamiento de enfermos mentales sin
métodos coercitivos, intuyó que los animales podían propiciar
valores humanos en estos enfermos, aprendiendo autocontrol
mediante refuerzo positivo.
En 1867, los animales de compañía intervinieron en el
tratamiento de epilépticos en Bethel, Bielfield, en Alemania.
Hoy en día, es un sanatorio que atiende a 5.000 pacientes
aquejados de trastornos físicos y mentales en el
que varios tipos de animales forman parte activa del tratamiento,
y en el que cuidarlos es una parte importante del
programa.
En Estados Unidos, la US Army Veterinary Medicine
Branch of the Health Services Command ha usado animales
"terapeutas" para el confort del personal hospitalizado y
sus familias desde la Segunda Guerra Mundial. Y en el estado
de Nueva York, entre 1944 y 1945, se utilizaron los
animales para la rehabilitación de aviadores del Army Air
Force Convalescent Center en Pawling, en un programa
patrocinado por la Cruz Roja estadounidense.
En 1948, el Dr. Samuel B. Ross fundó en las cercanías
de Nueva York el centro Green Chimneys, una granja para
la reeducación de niños y jóvenes con trastornos del comportamiento
mediante el trabajo con los animales (2).
En 1953, Jingles, el perro del psiquiatra Boris M. Levinson
le sugirió su potencial como coterapeuta. El Dr. Levinson,
en los años 60 fue pionero al emplear Pet Facilitated
Psychotherapy (PFP) con niños con trastornos del
comportamiento, déficit de atención y problemas de comunicación
(4).
En 1966, Erling Stordahl, músico ciego, fundó el Centro
Beitostolen, en Noruega, para la rehabilitación de invidentes
y personas con discapacidad física, en donde perros y
caballos intervinieron en el programa para animar a los pacientes
a hacer ejercicio. Muchos de ellos aprendieron a
esquiar, montar a caballo y a disfrutar de una vida más normalizada
que incluyera una cierta actividad deportiva.
En 1973, Elizabeth Yates trabajó con un perro que ayudaba
a los niños en un Hospital Mental en Michigan.
Samuel y Elisabeth Corson, en 1974, realizaron un pro-
grama para evaluar la viabilidad de la TAAC en un entorno
hospitalario, obteniendo excelentes resultados. Emplearon
perros con 50 pacientes en el hospital psiquiátrico que no
respondían al tratamiento tradicional, obteniendo aumento
de la comunicación, aumento de la autoestima, independencia
y capacidad de asumir responsabilidad para el cuidado
de los animales.
En el Centro Médico Forense de Dakwood (Ohio) David
Lee, un asistente social del Hospital Psiquiátrico, una
instalación para enfermos mentales peligrosos, introdujo
animales (entre ellos aves), que actuaron de catalizadores
de interacciones sociales entre el personal y los pacientes,
entre los mismos pacientes y se redujo significativamente
la violencia de estos enfermos (2).
En 1981 la prisión de mujeres de Purdy, en Washington,
comenzó a entrenar perros rescatados de perreras y
cuyo destino era el sacrificio, para realizar TAAC con personas
discapacitadas. Esto da la oportunidad a las reclusas
de cuidar de un ser vivo (muchas son madres y están alejadas
de sus hijos), aumenta su autoestima (el animal no
las juzga por el motivo por el que las hayan encarcelado),
aprenden un oficio y se sienten reinsertadas al ofrecer luego
estos perros a las personas con minusvalía que los necesitan.
Han adiestrado ya más de 500 perros.
Erika Friedman, James Lynch y S. Thomas, en 1980
publican su estudio realizado con 92 pacientes "Animales
de compañía y supervivencia en pacientes un año después
de salir de una unidad de cuidados coronarios" (Public
Health Rep 95: 307-312). Según explica el Dr. Lynch,
la ausencia de apoyo social, el creciente aislamiento y la
soledad humanas son factores importantes que contribuyen
al riesgo creciente de morbimortalidad prematura en
todas las naciones post-industrializadas, especialmente por
enfermedades coronarias. Recientemente se están identificando
mecanismos fisiológicos centrales que relacionan
la soledad con un riesgo aumentado de hipertensión, enfermedades
coronarias, apoplejía y arritmias. Distingue la
Fisiología de la Exclusión (lucha/huída, alienación) y la Fisiología
de la Inclusión (relajación, menor inquietud autonómica
y longevidad aumentada). Esto último lo propician
las mascotas, aumentan la comunicación y la persona deja
de vivir separada del entorno y forma parte del mundo viviente
(5).
Dos años antes, el Dr. Aaron Katcher, profesor de Psiquiatría
de la Universidad de Pensilvania, ya había realizado
un estudio similar con buenos resultados.
Anderson y col. en 1991, sigue esta misma línea de investigación
y publica "Propietarios de mascotas y factores
de riesgo de enfermedades cardiovasculares" (Medical
Journal of Australia 157 (5): 298-301). Realizó un estudio
en 6.000 pacientes. Los que tenían mascotas mostraban
menores cifras de tensión arterial, colesterol y triglicéridos
(sobre todo en mujeres de más de 40 años).
También en 1991, en el estudio de James Serpell en el
Reino Unido "Efectos beneficiosos en los propietarios de
mascotas en varios aspectos de la salud y comportamientos
comportamientos
humanos" (Journal of the Royal Society of Medicine 84
(12): 717-720), evidenciaba que hay menos problemas de
salud en el primer mes después de adquirir una mascota
(coincidiendo con varios autores), y esto se mantiene hasta
10 meses. Entre otras cosas, aumenta la autoestima y
se realiza más ejercicio.
En EE.UU., la Sociedad para la Prevención de la Crueldad
en Animales tiene en marcha un programa de AAT
desde 1981 y visita 20.000 pacientes al año. Se realiza
con entrenadores voluntarios que realizan un promedio de
una a tres visitas al mes y tienen lista de espera.
En 1993 ya había 7.000 perros terapeutas en el Reino
Unido (6).
En 1995, Ian Robinson afirma que estar con mascotas
tiene influencias significativas en los indicadores psíquicos
de estrés, como la HTA o la ansiedad, disminuyéndolos
(7).
En septiembre de 1998, se celebró la 8ª Conferencia
Internacional de Interacción entre Hombre y Animales en
Praga, con la intervención de la Dra. Karen Allen, de la
Universidad de Nueva York.
El 32% de los psiquiatras en Estados Unidos, utilizan
animales de compañía como complemento en sus terapias
psicológicas.
En España, en diciembre de 1987, se creó la Fundación
Purina (http://www.fundacionpurina.org) a partir de
una iniciativa para promover el papel de los animales de
compañía en la sociedad, mediante la campaña antiabandono
de animales y el apoyo para implantar programas de
TAAC colaborando con la Sociedad Española de Psiquiatría.
Estos programas se dirigen principalmente a personas
marginadas por: la edad (ancianos), la delincuencia (animales
de compañía en centros penitenciarios), sus capacidades
(niños autistas, hipoacúsicos, disminuidos), o por la
enfermedad (sida, pacientes psiquiátricos). A cambio de la
ayuda, la Fundación Purina pide a los centros que midan
los resultados de la intervención con animales y que compartan
sus descubrimientos en los Congresos de la Fundación
Purina que se han celebrado en 1991, 1993, 1995,
1998 y 2001. Presiden y componen el Comité Organizador
Catedráticos de Psiquiatría, Psicología y Veterinaria de las
Universidades de Barcelona, Madrid, Navarra, Sevilla y Valencia.
Además, la Fundación dispone de un fondo editorial
distribuido en las Bibliotecas de Facultades de diversas
Universidades y en la del Museo de Ciencias Naturales de
Madrid, además de publicar la revista Amigos.
La Fundación ONCE del perro-guía se creó en 1990,
pertenece a la Federación Internacional de Escuelas de
Perros Guía, e inauguró la escuela de perros-guía de la
ONCE el 26 de mayo de 1999 en Boadilla del Monte. Es
el mayor centro de adiestramiento de perros para invidentes
en Europa, con una capacidad de adiestramiento de
más de un centenar de perros al año. Pueden preguntar a
cualquier propietario de uno de estos perros lo que para
ellos significan estos animales, no sólo son sus ojos, también
les abren las puertas a la vida.

La Coordinadora Nacional de Asociaciones de Animales
de Asistencia y Terapia (CONAT) (http://humano.ya.com/conat2000/
comision), incluye la Asociación Nacional de Terapias
y Actividades Asistidas por Animales (ANTA), la Asociación
Española de Perros de Asistencia (AEPA) y la
Asociación Proyecto Animal. ANTA trabaja con perros de
servicio para personas con discapacidades psicológicas, físicas
y/o sensoriales y para personas mayores.
La Fundación Caballo Amigo utiliza la rehabilitación
ecuestre (hipoterapia) en niños con problemas como: Síndrome
de Down, parálisis cerebral o espina bífida.
La terapia con delfines, instaurada desde hace años en
Escocia (Dr. Horace Dobbs), Florida (Dr. David Nathanson),
o Italia, también se realiza en España con buenos resultados
en casos de personas con depresión, trastornos de la
comunicación y autismo (Fundación Delfín Mediterráneo
en Gerona, Delfinario Octopus en Tenerife).
Se emplean incluso pequeñas mascotas (pájaros, pequeños
mamíferos), trabajos en granjas, o los conocidos
acuarios en las salas de espera de las consultas de Odontología
para producir un efecto relajante en los pacientes.
En los últimos años, los programas de TAAC han gozado
de un gran impulso también en nuestro país (2).

Beneficios para la salud humana y campos de
actuación

Como acabamos de ver, hay evidencias sobre los beneficios
de la TAAC y también estudios científicos que
confirman que esta intuición de trabajar con animales es
una buena medicina que se puede usar con gran variedad
de personas.
Beneficios para niños y adolescentes: Estimulación para
el desarrollo psicomotor y del lenguaje. Mejor comunicación
no verbal y más altos niveles de autoestima, popularidad
y competencia social. Menos miedo y más
sentimientos positivos en niños que han crecido con animales.
Hay un claro papel educacional para algunos animales,
ayudan a los niños a desarrollar juegos fantásticos y a
guardar confidencias que de otro modo no dirían. Aprenden
gracias a los animales sobre la vida, reproducción, nacimiento,
enfermedad, accidentes, muerte, y otros acontecimientos
que los niños viven por primera vez (6). Puede
engendrar una empatía para todas las cosas vivientes, y
deseos de preservar la vida salvaje y de entender que todos
somos compañeros en la vida (1). La suavidad y la
textura de algunos animales ofrecen beneficios a los niños
(seguridad, elemento de transición, como señalaba el Dr.
Levinson). Los niños que demuestran crueldad con animales
dan indicios de que ellos están siendo víctimas de abuso
y harán otras actividades violentas de adultos si no se
actúa (6). Ventajas para niños discapacitados físicos y psíquicos,
con trastornos emocionales, jóvenes delincuentes,
autistas, alumnos con necesidades educativas especiales
(incluyendo contenidos del Aula de Naturaleza), o retraso
mental límite (potencia la autoestima, responsabilidad y lazos
afectivos cuando se les enseña a cuidar animales) (5).
Beneficios para personas mayores: La compañía de los
animales ofrece una alternativa para proteger a las personas
de los estados de soledad. Para algunos, reemplazan
a sus hijos que ya han crecido y se han independizado, o
quizás los hijos que no pudieron tener; para otros proporcionan
innumerables oportunidades de hacer nuevos amigos
(5). Son compañeros de juego. Necesitamos jugar.
Cuando paramos de jugar, morimos. Tenemos que aprender
a jugar como aprendemos a caminar (1). Proporcionan
risa e incrementan la actividad física y el desarrollo muscular.
Además, se sienten útiles por tener ellos alguien a
quien cuidar. Las mascotas permiten a los mayores ser independientes
sin sentirse solos. Optimizan la atención y la
percepción, mejoran la comunicación verbal y aumentan
las expresiones faciales positivas (5). Los animales estimulan
el sentido de la vista, olfato, oído y tacto. Satisfacen la
necesidad humana de tocar y ser tocado, difícil para los
pacientes institucionalizados (por ejemplo, el gato es un
animal de contacto. Acariciar a un gato disminuye la presión
arterial, resulta tranquilizador y relajante) (6).
Beneficios para la salud mental: Además de los relatados
sobre la TAAC en unidades psiquiátricas, en adultos
con depresión hay disminución del número de suicidios y
disminución del tiempo de ingreso en hospitales psiquiátrico
(2). Respecto a las personas adultas con retraso mental,
se observa aumento del vocabulario oral comprensible,
comunicación no verbal más rica, y mayor motivación (5).
Beneficios para enfermos crónicos: Hasta ahora, lo
más estudiado se relaciona con las enfermedades cardiovasculares,
como vimos en el capítulo anterior. Están en
investigación la capacidad de algunos perros para prever
crisis epilépticas y la intervención en hipoglucemias (8). La
estimulación sensorial es muy importante en enfermos en
coma, y en EE.UU. se emplean animales en algunos centros
con estos pacientes.

Beneficios para minusválidos físicos: Posiblemente sean
los más conocidos, sobre todo en discapacitados sensoriales.
Para una persona confinada a una silla de ruedas,
tener un perro adiestrado para que le coja el teléfono, las
cosas que se le caen al suelo... y que le acompañe y facilite
las relaciones sociales, es algo cada vez más habitual.
Beneficios en centros penitenciarios: Reducción de la
violencia y otros comportamientos antisociales, suicidios
y adicción a drogas, y mejor relación entre los internos y
con los funcionarios de la prisión. Mejora la autoestima,
desarrollan sentimientos de compasión, paciencia y confianza,
y facilita la reinserción mediante cursos de formación
ocupacional para internos. También en granjas (con
menores), en centros penitenciarios con enfermos que
tienen problemas psiquiátricos, y problemas de desintoxicación.
En casos de víctimas de abusos y maltrato, y en
el caso de jóvenes que maltratan animales, se trabaja
TAAC para frenar ese aumento de generación de la violencia
(2).

Zoonosis: Sobre las zoonosis, la WHO/WSAVA Guidelines
to Reduce the Human Health Risks Associated with
Animals in Urban Areas (Edney ATB, ed. Geneva: WHO,
1981: 
Decía: "Mientras que actitudes irresponsables fácilmente
dan como resultado problemas de superpoblación
y animales vagabundos, contaminación ambiental y
un incremento en el riesgo de enfermedades por zoonosis,
los animales de compañía que están cuidados apropiadamente
ofrecen inmensos beneficios a sus propietarios y
a la sociedad y no son un peligro para nadie". Por ética,
los animales de compañía requieren controles veterinarios
periódicos y cuidados para prevenir (y/o tratar) enfermedades,
tanto transmisibles al hombre, como las que sólo
pueden afectarles a ellos. En pacientes con sida, los cuidadores
debemos garantizar el acceso a información de
calidad sobre zoonosis y comunicarles esta información de
manera efectiva para mantener mínimos los riesgos de infección
(9).
Agresiones (mordeduras, arañazos): Para evitarlas, además
de entrenar al animal, existen programas de socialización
para niños y adultos en los que se explica por qué
el perro o el gato pueden sentirse amenazados, ofreciendo
conocimientos básicos sobre comportamiento y psicología
animal (6). Muchas veces los problemas aparecen
por desconocimiento, o por caer en el antropomorfismo.
Es deseo de todos los amantes de los animales, promover
dueños de mascotas responsables.
Alergias: Ya hay estudios que señalan los efectos psicológicos
negativos de separar al paciente asmático de su
mascota, cuestionando esta medida y ofreciendo alternativas.
Recordemos el fuerte componente somático del asma,
y lo traumático que es para muchas personas apartarse
de un animal que se ha convertido en un miembro más
de la familia (10, 11). Resulta desconsiderado no contemplar
cada caso particular en toda su dimensión y limitarse
a decir, por ejemplo, a los padres de niños asmáticos "su
hijo o el gato". Las cosas tampoco son así, ya que con
otros alergenos se adoptan medidas parciales (es inevitable
salir a la calle en primavera, hay padres que no dejan
de fumar pero procuran no hacerlo delante de sus hijos...)
Si es cierto que hay que extremar las medidas higiénicas
en el hogar (como en la alergia a ácaros) y no permitir que
el animal entre en el dormitorio del paciente asmático. Si
es posible ubicar al animal en otro hogar, evitar adoptar a
continuación otra mascota aunque sea de una especie distinta,
porque puede aparecer alergia por sensibilidad cruzada,
y tener que pasar de nuevo por el trauma de la separación.
Con el debido asesoramiento médico y el control
mediante autocuidados del paciente, éste puede realizar
actividades como, por ejemplo, ir de excursión a una granja
escuela. Como pasa con los pacientes con sida, no podemos
vetarles el contacto con animales aunque muchos
profesionales sanitarios se echen las manos a la cabeza,
porque el amor no da zoonosis ni alergias. Es imposible.
Duelo por la mascota: Ya hemos comentado los beneficios
que ofrecen las mascotas para las personas mayores.
Pero existen inconvenientes a tener en cuenta: 1) El animal
tiene una vida relativamente corta. Cuando la mascota
muere, puede causar un trauma, especialmente en ancianos
solos. A menudo les recuerda la muerte de su pareja,
hermanos, amigos y la suya propia. 2) O no son capaces
de ocuparse de los cuidados de un animal anciano y enfermo.
3) Cuando muere la mascota, tampoco puede el anciano
adoptar un nuevo cachorro, por los cuidados que
exige. 4) Si el anciano ingresa en el hospital, es frecuente
que nadie quiera hacerse cargo del animal. 5) O si su estado
de salud empeora, tanto a nivel físico como mental, no
podrá cuidar del animal sin ayuda, lo que supondría una
carga adicional en familias en conflicto. 6) Y si el anciano
es el primero en morir, el animal queda solo. Por todo ello
es importante contar con algún otro apoyo, familiares,
amigos o asociaciones (12).
Costes económicos: Si, como hemos visto, la mascota
puede mejorar la salud de sus dueños, éstos necesitarán
menos apoyo de otro tipo que resulta más caro (menor
consumo de fármacos, menos tiempo de estancia en hospitales...).
Por otra parte, está el gasto que supone mantener
las necesidades del animal (sanitarias, alimenticias...).
Muchas asociaciones en sus programas de TAAC contemplan
este problema y lo subvencionan, por ejemplo la Fundación
Purina en su campaña de adopción de mascotas
para mayores de 65 años. En cuanto a los costes de los
programas de TAAC, que también suelen estar subvencionados,
existen manuales de evaluación para valorar tanto
su calidad científica y técnica, como la relación coste - beneficio
(en España, editados por la Fundación Purina. El
primero es sobre Gerontología y evalúa: salud física, autonomía
funcional, deterioro cognitivo, estado de ánimo, bienestar
psicológico y funcionamiento social) (5).
Animales en los hospitales: A pesar de tantos argumentos
a favor sobre la salud humana en relación con los
animales, a causa de las zoonosis, costes (tiempo – espacio
– dinero) y "molestias" (olores, ruidos, excrementos),
los animales no entran en los hospitales de agudos. Pueden
jugar una parte importante en la medicina pero su manejo
en el hospital necesita un plan cuidadoso y coordinado
entre todas las disciplinas sanitarias. En algunos casos
puede ser impracticable mantener animales en las unidades,
pero el contacto con ellos debería estar permitido y,
si es aplicable, fomentarlo, sobre todo en Pediatría. Puntos
importantes a tener en cuenta para tener animales en los
hospitales: 1) Elegir cuidadosamente al animal. 2) Chequeo
de salud previo del animal. 3) Buen mantenimiento
(comida, agua, excretas). 4) Higiene estricta. 5) Pedir ayuda
experta si un animal enferma o se sospecha una zoonosis.
Así se minimizan riesgos para los pacientes y para
los trabajadores del hospital, aunque a pesar de todo hay
personas que no quieren trabajar con animales debido a
fobias o a alergias (13). Siendo realistas, en un Sistema
Nacional de Salud como el nuestro, con las dificultades de
gestión y otros problemas en nuestros hospitales públicos,
las mascotas tienen por el momento, la puerta cerrada.
Aunque sería interesante considerar la iniciativa que se lleva
a cabo en otros países, del voluntariado que visita a los
enfermos con sus animales, cumpliendo los requisitos
previamente estipulados. Una opción viable por el momento,
y que también establece un nexo con otros seres vivos
de este planeta, es cuidar de algunas plantas dentro del
hospital.
Requisitos generales: Cada vez están más establecidos
por las distintas asociaciones los requisitos que debe reunir
un animal para participar en estos programas. La también
llamada zooterapia requiere el trabajo interdisciplinar
de veterinarios, psicólogos, médicos, enfermería, trabajadores
sociales y terapeutas ocupacionales. Es aconsejable
recurrir a las asociaciones protectoras de animales. 1)
Elección del animal: actividad, docilidad, adiestramiento,
necesidades alimentarias, necesidades de hábitat, cuidados
e higiene, susceptibilidad a enfermedades, exámenes
de salud. 2) Pautas para los profesionales que trabajen en
programas de TAAC: formación en metodología de evaluación,
control de calidad e investigación de resultados, conocimientos
sobre Etología, necesidades sanitarias y de
adiestramiento de las mascotas para garantizar su bienestar,
control del hábitat en animales residentes.

Conclusiones
Así como el terapeuta humano no puede curar un problema,
tampoco pueden los animales. Sin embargo, ambos
pueden actuar como catalizadores para que aflore la
capacidad natural de una persona de resolver sus problemas
psicológicos, ya que en esta vida todo depende de
nuestro propio trabajo personal. No hablamos de un remedio
mágico, sino de una tarea larga y constante (Tabla 3).
La búsqueda de comunicación entre especies se extiende
a la relación con uno mismo, con los demás y con
el planeta que todos compartimos. Cuando hay lágrimas y
penas profundas, los animales no salen corriendo, como
suelen hacer los seres humanos, cerrándose al dolor ajeno
(3). Cuando notan que su amo está triste, perros y gatos
se acercan para apoyar su cabeza en sus rodillas o acurrucarse
encima. "La sensibilidad es la ventana por la que los
animales se asoman al mundo" (14). La fidelidad de algunos
animales nos muestra uno de los más claros ejemplos
sobre el amor incondicional que existen.
Respecto a los animales más empleados como terapeutas,
unas últimas reflexiones:
Si asimilamos tranquilamente cómo reaccionan con nosotros
los perros, sin interpretar sus reacciones o intentar
justificar las nuestras, los perros llegan a reflejar exactamente
la conciencia de que hemos de conocernos mejor a
nosotros mismos (3).
Más de una vez nos relajamos por la simple y honesta
relación con el gato. No se trata sólo del toque, por importante
que éste pueda ser. Es también asunto de relación
psicológica, de una clase que carece de las complejidades,
traiciones y contradicciones de las acciones humanas. Todos
quedamos marcados por ciertas relaciones humanas
de vez en cuando, algunos de manera más aguda, otros de
forma más somera. A los que les hayan quedado graves cicatrices
mentales puede resultarles difícil creer de nuevo
en alguien. Para ellos, un nexo con un gato puede proporcionar
recompensas tan grandes que hasta les devolverá la
fe en las relaciones humanas, destruirá su cinismo y su
suspicacia, y curará a la vez sus cicatrices ocultas (15).
Por primera vez en la historia humana, no necesitamos
de la fuerza física equina. Lo que sí necesitamos, tal vez
más que nunca, es el potencial espiritual del caballo. Lo
necesitamos para resolver conflictos dentro de nosotros y
entre nosotros, y para reconciliarnos con nuestro maltrecho
planeta. Entre los grandes dones que los caballos ya
nos han regalado, éste puede ser el más grande (16).
Todos somos seres "latientes", lo primero que percibimos
y más nos tranquiliza es el latido del corazón materno.
Nos hace saber que no estamos solos en la vida. Sin
embargo, la especie humana tenemos la capacidad de
sentir vacío existencial, difícil tanto de explicar como de
entender. La medicina para el alma humana se encuentra
en la Naturaleza. Según las palabras del Doctor Levinson:
Yo se que los animales pueden seguir caminando sin el
hombre ¿Puede el hombre seguir caminando sin los animales?

Bibliografía
1. Levinson BM. Man, animal, nature. Modern Veterinary Practice
1972: 35-41.
2. Estivill S. La terapia con animales de compañía. Tikal Ediciones.
Barcelona, 1999.
3. McElroy SC. Los animales: maestros y sanadores. RBA Editores.
Barcelona, 1998.
4. Levinson BM. Psicoterapia infantil asistida por animales
(1969). Fundación Purina. Barcelona, 1995.